domingo, 17 de octubre de 2010

Martha

2010 lunes 4 de octubre
Martha
Me preparé para la fiesta; hacía frío y me abrigué con un tapado negro, bastante largo y cerrado hasta el cuello. Lista para salir, Laura, amiga de  mi hija, al verme así vestida dijo- Martha, parecés una Monja-
- Si. Le dije al mirarme al espejo  y no le dí  importancia.

Hace años comenzamos a reunirnos en la casa de Norma para festejar el DÍA DE LAS BRUJAS o HALLOWEN. Durante una época el atuendo obligatorio era  brujeril, a veces bastante horrendo. Cada una estimulaba su creatividad  para que la fiesta fuera divertida. Años después hubo modificaciones:  decidimos cambiar la temática pues al cabo de un tiempo "las brujas" se tornaron aburridas y al  aumentar el número de los participantes, permitió  mayor diversidad.La consigna que se estableció fue que cada uno eligiera su disfraz y  en la fiesta representara algo alegórico.

En esta oportunidad opté por el personaje de gallega y  para ello  me armé de inspiración y  paciencia para parecer una galaica.
Vestí una pollera roja, con franjas negras y puntilla al borde, blusa blanca, delantal negro bordado, que  ya había  utilizado  mi hija. No quise usar el mantón de Manila que heredé de mi vieja y me decidí a ponerme un “fichú”, prenda que mi abuela  cosió y bordó a  mis diez años, para un baile escolar. Es una especie de pañoleta que cruza sobre el pecho y ata a la espalda; ahora, después de tantos años, solamente pude  cruzarlo  sobre el pecho y sostener  a los lados con alfileres.
Se complementaba el artificio con zapatos negros, medias blancas y pañuelo negro atado a la cabeza con un prendedor alusivo con la concha compostelana.
No olvidé llevar las castañuelas.

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